Es la historia de diversos objetivos, prácticas en evolución, compromisos fl uctuantes y en la actualidad una importancia renovada. En distintos contextos históricos, los huertos escolares han tenido prioridades diferentes. Esas diferencias en la experiencia básica afectarán inevitablemente a todas las políticas y programas del gobierno.
En el Norte ha predominado ‘el aprendizaje basado en el huerto’, utilizándolo como laboratorio para el conocimiento práctico de ciencias, estudios ambientales y otras materias como arte e idioma. Más recientemente, los entusiastas de los huertos se han preocupado en particular por la creciente alienación de la juventud de las zonas urbanas – no sólo con respecto a la naturaleza, sino también a las fuentes de los alimentos que consumen – y han reavivado el interés por la horticultura de productos alimenticios y la nutrición: el ‘patio escolar de cultivos comestibles’. Se ha trabajado mucho para promover los huertos escolares y para integrarlos en el plan de estudios vigente, pero la batalla para el reconocimiento de su valor educativo continúa.
En el Sur, el uso educativo se ha concentrado sobre todo en la capacitación agrícola profesional, que a veces ha demostrado ser un elemento estable del plan de estudios (por ejemplo en Swazilandia, Botswana y Uganda), a pesar de la resistencia a la ‘ruralización’ del plan de estudios. Por otra parte, los huertos escolares se han orientado principalmente a la producción de alimentos para el consumo o la obtención de dinero en efectivo, a menudo con la esperanza de que puedan contribuir al suministro de los almuerzos escolares, tan importantes en la salud, la asistencia a la escuela y el éxito educativo de los niños. Con frecuencia estas iniciativas no han resultado sostenibles debido a la falta de recursos, motivación o conocimientos especializados.
Sin embargo, algunos países (por ejemplo Costa Rica) tienen políticas arraigadas de asociación de los huertos escolares a la alimentación escolar y la mejora de los hábitos nutricionales y alimenticios de los niños; hay numerosos ejemplos magnífi cos de escuelas individuales
y proyectos que demuestran sus posibilidades.
En la actualidad, las ideas sobre los huertos escolares están cambiando en respuesta a la necesidad cada vez más urgente de alcanzar la seguridad alimentaria, proteger el medio ambiente, garantizar los medios de subsistencia y mejorar la nutrición. Los huertos escolares tienen numerosas nuevas funciones que desempeñar.
La escuela primaria de Banareng en Pretoria, Sudáfrica, ha transformado un desierto urbano en un fl oreciente huerto de verduras y hortalizas. El huerto depende de un trabajo duro, la venta de alimentos, el reciclaje y donaciones ocasionales. Véase www.lu.se/o.o.i.s/8527
La escuela de Sligoville, en Jamaica central, tiene un huerto orgánico grande en el que trabajan los niños, el personal docente y la comunidad. Proporciona alimentos para los almuerzos, para llevar a casa y para vender y es fuente de inspiración de numerosos proyectos educativos. Véase www.farmradio.org/english/radio-scripts/48-7script_en.asp
En el internado de Hikmet Ulubay, en Turquía, se imparten clases de agricultura y hay dos grandes invernaderos donde los niños cultivan frutas y hortalizas para los almuerzos en la cafetería. Véase www.fao.org/getinvolved/telefood/telefood-projects
El Edible School Yard (patio escolar de cultivos comestibles) de Berkeley, California, introduce a los niños en la alimentación saludable. Cultivan alimentos de manera orgánica, crían pollos, saborean y comparan los alimentos, los preparan y los consumen. El aprendizaje en el huerto está integrado en todo el plan de estudios. Véase www.edibleschoolyard.org/
El huerto de la Casa Blanca de Washington D.C. puesto en marcha por los niños de la escuela elemental de Bancroft, proporcionará alimentos al Presidente y su familia, pero Michelle Obama dice que su función más importante es educar a los niños acerca de las frutas y
hortalizas saludables que se cultivan localmente. “Mi esperanza,” dijo la Primera Dama a Marian Burros, del periódico The New York Times*, “es que mediante los niños se comenzará a educar a sus familias y que, a su vez, se comenzará a educar a nuestras comunidades.”
*Marian Burros, Obamas to plant vegetable garden at White House, The New York Times, 19 de marzo de 2009