Florida, 3 jun.- El huerto de la escuela primaria Leonor Pérez del municipio de Florida es uno de los sitios que contribuye con el abastecimiento en los comedores escolares y apoya también la alimentación en otras instituciones del sector, sobre el trabajo que realizan allí durante esta etapa de pandemia para velar por los sembrados del lugar, comenta Omar Palmero, responsable de su cuidado. Entrevista concedida a Marisol León ÁLvarez y Ariadna Alvarez Lima de los servicios informativos de Radio Florida.
La jardinería es una forma artística que se llega a amar especialmente si te encuentras con ella desde que eres pequeño. Eso es lo que lo que esta escuela ofrece. La Escuela Waldorf de Cape Cod ha iniciado un programa de jardinería para sus alumnos que deben ser fuente de inspiración para todos. La experiencia de esta escuela es fantástica.
El invernadero de 7 x 14 metros es el centro de toda la actividad. Allí, los niños se encuentran cultivando zanahorias, espinacas, coles rizadas y otras verduras, incluso hierbas medicinales. En el proceso, todos aprenden los beneficios de cultivar sus propias verduras y el proceso a llevar a cabo para para que una semilla pueda convertirse en un alimento comestible. Compruébalo tu mismo y tal vez, si estás inspirado, puedes ayudar a iniciar un proyecto similar en tu propia comunidad.
“En primavera nuestras cosechas son abundantes. Tenemos primero fresas, espinacas y col rizada, un montón de cebolletas y perejil, también guisantes. El techo de plástico se retira en los meses de verano para evitar el sobrecalentamiento. Estamos educando a los niños a la vez que cultivamos plantas, por lo que sólo la mitad del espacio en el invernadero se cubre con camas de cultivo. Tenemos un espacio para agruparnos en un extremo. … Mientras que todos los alumnos de la escuela dedica el tiempo cada año para el cultivo de su almuerzo, cada año los alumnos de tercer grado son nuestros agricultores semanales. Ellos son los encargados de convertir las sobras de comida en abono en nuestro compostador.
Este colegio aplica un modelo práctico para el cultivo de productos frescos, cultivados localmente incluso durante la temporada de invierno, en climas donde la sabiduría convencional dice que no se puede hacer.
Se trata de una actividad compartida entre los residentes y escolares de Primaria que genera múltiples beneficios a ambos colectivos.
El pasado 4 de mayo comenzaron las actividades en el huerto escolar que el CRA de Riaza tiene en la Residencia de ancianos Rovira-Tarazona. Este huerto forma parte de las actividades intergeneracionales que desarrolla el Programa de Huertos de Ocio para Mayores en la provincia de Segovia que Unión de Campesinos de Segovia-UCCL está llevando a cabo en Riaza, Abades y Navalmanzano con la colaboración de Obra Social «la Caixa». Estas actividades se realizan de manera paralela en los tres municipios.
El Huerto Escolar en la residencia de ancianos es un espacio compartido entre los residentes y los escolares del 1º de Primaria. En el cultivarán —en unos 40 metros cuadrados, aproximadamente— las hortalizas más comunes, aprendiendo de la experiencia de los mayores, el cultivo del huerto, las tradiciones agrícolas, los trabajos del campo, etc. Y a su vez los mayores se contagian de la vitalidad de los niños y niñas que les visitarán cada dos semanas. Esta actividad intergeneracional ha sido posible gracias al convenio entre Unión de Campesinos de Segovia-UCCL, el Ayuntamiento de Riaza y el CRA de Riaza.
La primera actividad se realizó previamente en el colegio en abril y consistió en la realización de semilleros de calabacines, pepinos, lechugas, judías y maíz que están cuidando en las aulas y posteriormente trasplantarán al huerto.
Con la segunda actividad, niños y mayores, prepararon la tierra del huerto, cavando y rastrillando, lo midieron y replantearon las parcelas, conocieron el suelo en el que tienen que cultivar y las herramientas con las que hacerlo. Para finalizar plantaron fresas en el espacio destinado para ello y que quedarán al cuidado de los mayores que de manera voluntaria participan en el huerto escolar.
Las actividades intergeneracionales del programa estarán incluidas en el programa escolar durante este curso y el siguiente, y durante el verano se realizarán actividades para seguir cultivando el huerto hasta el comienzo del curso.
Los huertos escolares son un gran recurso educativo que ofrece a los alumnos aprendizajes en multitud de aspectos.
Guadalupe y Calvo.- Con la finalidad de que la comunidad escolar conozca los beneficios tanto de cultivar sus propios alimentos, como de contar con un espacio para sembrar plantas medicinales; maestras y maestros del plantel de telebachillerato comunitario del municipio de Guadalupe y Calvo, en días pasados, promovieron el establecimiento de un huerto escolar.
La siembra de esta parcela además permitirá integrar los conocimientos adquiridos por las alumnas y los alumnos en las asignaturas de Matemáticas, Biología y Desarrollo Comunitario que se imparten en segundo, cuarto y sexto semestre respectivamente.
Las y los docentes del centro escolar ubicado en la población de Santa Rosalía de Nabogame, hicieron la invitación a estudiantes, padres y madres de familia, y a miembros de la comunidad en general para que acudieran a dar inicio con este proyecto.
De acuerdo a la directora del Telebachillerato Comunitario 8023, Karen Nayeli Gutiérrez Cano se sembraron: zanahoria, repollo, cilantro, rábanos, cebollas y otras 12 clases de vegetales más. De igual manera, se plantaron plantas medicinales que se dan en la región como son: manzanilla, ruda, gordolobo, hierba de la víbora y otras más.
La maestra indicó que se pretende además “rescatar los valores de responsabilidad, cooperación, colaboración, compromiso, respeto y participación que están implícitos en un proyecto de esta naturaleza.”
En el proyecto del huerto participaron los 46 jóvenes que cursan sus estudios en este plantel educativo quienes serán los encargados de regar y vigilar el proceso de crecimiento y cosecha de las plantas, y se espera que una vez terminado este trabajo las y los estudiantes hayan adquirido los conocimientos suficientes para poder replicar todo el proceso fuera de la escuela.
Más allá de los aprendizajes generados para las y los protagonistas este tipo de actividades son importantes porque se “fomenta la convivencia con los demás compañeros, al igual que con el profesor que imparte la materia de Desarrollo Comunitario”, señaló la alumna, Norma Rodríguez.
En el mismo sentido opinó, María Azucena Soto Valencia, quien también pertenece a este telebachillerato. Para ella, además de desarrollar los contenidos de la asignatura, con este proyecto está “compartiendo experiencias con los compañeros y profesores.” Y aseveró que sembrar una huerta en la escuela es de gran utilidad porque en un futuro “podemos hacer una en nuestro hogar y así no tendremos dificultad.”
La maestra Karen Nayeli Gutiérrez apuntó que se espera levantar la cosecha de los primeros vegetales durante la semana posterior a la siembra, dependiendo del tipo de planta y el resto para los meses de abril o mayo, lo que implica que las y los jóvenes tendrán que encargarse de brindarles los cuidados necesarios a la hortaliza hasta que haya concluido el proyecto.
Fuente: elpueblo.com